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13/02/07
1 y 2
También se abrevia como I y M (en inglés, index y middle); es decir, los dedos índice y corazón. Tocar alternando ambos dedos es el estándar del bajo. Todo bajista que quiera aprender a tocar con dedos tiene que aprender antes que nada esta técnica. Es la piedra angular de la mano derecha si empleas los dedos, y hay que automatizarla al 100% para poder empezar a decir que sabes tocar el bajo.
Lo primero es el anclaje del pulgar. Esto es un mecanismo bastante lógico y de hecho mucha gente (yo mismo) toca ya así espontáneamente sin que nadie le diga: “esto es lo que hay que hacer”. Se trata de apoyar firmemente el pulgar en una de las pastillas, o en una de las dos cuerdas gruesas que no estés usando en el momento de tocar. Lo básico es anclar el pulgar en una pastilla donde te sientas cómodo, pero con la práctica ves que a veces es más cómodo descender el pulgar (o sea, toda la posición de la mano) y entonces lo apoyas en la cuerda gruesa, o en la siguiente, y vas variando la posición en función de lo que toques.
(Para mayor comodidad me referiré a las cuerdas, en orden descendente de grosor, como E (Mi), A (La), D (Re) y G (Sol) según la afinación estándar. Además consideraré las cuerdas en ese orden, o sea, que G es la cuerda que está más abajo y que vas subiendo progresivamente, para tener una referencia de a qué tipo de cambio de cuerda me refiero cuando hablo de subir o bajar de cuerda. Pasar de E a A es bajar de cuerda, y viceversa, subir).
Lo siguiente es dominar la alternancia de dedos. La tendencia natural lleva a descuidar la alternancia y repetir dedos en ocasiones, especialmente el que sientas más fuerte en ese momento, y especialmente cuando subes de cuerda. Esto tiene el inconveniente de que no permite automatizar completamente la pulsación, porque no sigues ningún patrón regular. De modo que hay que disciplinarse bien y acostumbrarse a alternar siempre los dos dedos. Además la biblia de los bajistas dice que (salvo en la cuerda gruesa, que lógicamente no te da opción) hay que apoyar el dedo en la cuerda superior después de dar cada nota. Esto automatiza más la técnica y mejora la uniformidad del sonido. De este modo, cuando un dedo ataca el otro descansa en la otra cuerda y se prepara para atacar y alternar la posición. Acostumbrarse a esto suele dar alguna dificultad en pasajes con muchas alternancias de cuerda irregulares y a cierta velocidad, pero todo es cuestión de centrarse especialmente en alguno de estos pasajes que sea especialmente puñetero y machacarlo y machacarlo y verás que en seguida le ganas el pulso. A mí me resultó especialmente útil la intro de bajo de My Friend Mysery de Metallica. Al principio puedes ayudarte rotando ligeramente la muñeca para ajustar mejor la posición de cada dedo en cada cuerda (¡sin desanclar el pulgar, eh!), creando una cadencia, pero una vez te acostumbras es un movimiento inútil y acabas minimizando el desplazamiento de la muñeca de forma que es prácticamente imperceptible (o directamente nulo). También es importante no acomodarse tocando una melodía siempre empezando siempre con el mismo dedo. Esto también impide la automatización completa de la técnica y te acaba restando efectividad. Nada que no se arregle con unas horillas.
Una vez superados estos obstáculos, la cosa ya marcha mucho mejor y a medida que ganes horas de vuelo verás que tus dedos hacen precisamente eso, volar, sin preocuparte por ellos sino por la música.
También debo decir, y probablemente lo repita en alguna otra ocasión, que, en el bajo como en la vida, las normas están para romperlas. Pero para romperlas hay que conocerlas. Este sistema es la forma más eficaz de tocar pero también tiene sus excepciones y con la experiencia y la experimentación te vas saltando las reglas porque te interesa y no eres un puto robot.
23:40 Anotado en Bajo eléctrico | Permalink | Comentarios (2)
Comentarios
Genial, esto ya me gusta más. Escueto y didáctico.
A ver si TOCÁIS.
Anotado por: j | 19/02/07
¡Gracias!
Ya tocaremos, ya ;)
Anotado por: Webmáster | 03/03/07